domingo, 16 de marzo de 2014

Capítulo 34 (Final)


Capítulo 34 (Capítulo Final) 

Estaban llegando a su rancho, cuando ven un cartelón (cruzacalles) que estaba colgado entre dos árboles en la entrada de la casa de Sebastián.  Que Manuel lee.

M: Miren lo que dice, “Manuel, Ya eres uno de los nuestros, Felicidades, La Familia Estevanez”. 
C: Mi amor tú tuviste que ver con la sorpresa.
S: No, mira ahí están los vehículos de mi abuela, de mi papá, hermano y cuñado.  Ellos deben de haber organizado todo.

Cuando abren la puerta de entrada se encuentran con toda la familia de Sebastián esperando el momento para felicitar tanto a Manuel como a Sebastián por el gran acontecimiento en sus vidas.

Q: Hijo muchas felicidades, ahora vas a aprender lo que es tener la responsabilidad de ser padre.
S: Papá desde que Carina y Manuel llegaron a mí, mi vida no es la misma.  Ellos para mí son el aire que respiro.  Sin ellos no soy nadie.  (Lo dice a la misma vez que agarra por la cintura a Carina acercándose a él para besarla en la mejilla y con la otra la ponía sobre los hombros de Manuel).
Moni: Sebas, me alegra tanto oírte hablar de esa forma, que me das un gran orgullo saber en el gran hombre en que te has convertido (Abrazándolo y tomándole una mano a Carina).  Y a la misma vez, voy agradecerle toda mi vida a Carina, porque ella fue gran responsable del cambio tan positivo que creó en ti.
C: Moni, no tienes que agradecerme nada, al contrario, Sebastián para mí y mi hijo es como la pieza de un rompecabezas, que no está completo si alguna pieza falta.  Sebastián es el hombre que complementa nuestra vida. 
Diego: Bueno, bueno, que todos vamos a llorar, y nosotros vinimos a festejar que todo el proceso de adopción finalizó para darle un nuevo integrante a la familia Estevanez.

S: Si hablando de festejar, Manuel, hijo, ve a mi oficina y sobre el escritorio hay una sorpresa para ti, de parte Cari y mía. 

Manuel junto a sus primos no terminaron de oír lo que decía Sebastián cuando ya se había a buscar la sorpresa.  Entre los cinco traían varias cajas envueltas en papel de regalo. 

S: Hijo abre la caja más grande ya!
Moni: Sebas, estas más desesperado que los chicos, ja, ja, ja.

Manuel comenzó a quitar el papel de regalo de un solo rasgado que al ver lo que era, lo dejo a un lado y corrió a abrazar y darle un beso a su nuevo padre.

M: Gracias papá.
C: Y para mí no hay un abrazo y un beso.
M: Mami no te pongas celosa, que para ti también hay, Ja ja ja  Gracias, muchas gracias a ambos.
S: Manu, es la última generación del Xbox, ya puedes jugar con amigos y primos a través del internet, cuando tus primos nos visiten o para ganarte cuando juguemos.
M: Papá me estas retando, porque mira soy muy bueno.
S: ya veremos.
C: Yo creo que lo compró más bien para jugar en él.  Sebas siempre tiene alma de niño. 
S: Ve y abre el regalo del papel rojo. 
M: Es lo que creo que es, es un IPhone 5S.  Wao!, creo que me adelantaron mi regalo de cumpleaños, Santa Claus y los Tres Reyes.
C: Manu, te lo compramos para que siempre te puedas comunicar con nosotros (señalando a Sebas y a ella) en cualquier momento y así no nos preocupamos, sí.  (Manuel aseveró con la cabeza)
S: Además Andrés y Belinda no se queda con las manos vacías, abran los regalos azules.  Y Evaluna y Gabriel los regalos del papel color verde.
Los chicos comenzaron a abrir sus regalos y los mayores, Andrés y Belinda vieron que era también un Iphone 5s.  Los pequeños también estaban alegres con sus Ipod Touch de la 5ta generación.

A Y B: Gracias tío Sebas, tía Carina.
E y G: Gracias tío Sebas, tía Carina

Y fueron a darles un abrazo y un beso a Sebastián y a Carina.

S: Bueno los IPhone y los IPod los pueden utilizar siempre y cuando mantengan sus notas, se porten bien y obedezcan a sus padres.  Si alguno de ellos nos llama y nos cuentan que no están cumpliendo con las reglas de juego se les castiga retirándole el celular o el ipod, entendido.

Todos los chicos con sus regalos en mano aceptaron las condiciones de los mismos.

C: Bien, ahora preparasen, se cambian de ropa y a la piscina que Edith y la abuela nos están preparando un asadito.
S: Papá, Die y Según vamos a conectar el Xbox en sala de entretenimiento al lado de la terraza y de una vez lo probamos.
Sol: Mamá, Cari, Juli como que los perdimos.  Ja, Ja, Ja
C: Bueno dejémoslos, vamos a refrescarnos a la terraza, porque cuando los chicos se den cuenta que el Xbox está conectado van sacar a nuestras parejas para quedarse ellos.
M: Eso no quepa la menor duda, ja, ja, ja.

Así las mujeres se fueron a conversar de los preparativos finales para la celebración de la boda de Sebastián y Carina que se llevaría en el mismo rancho por solicitud de la misma Carina.

Los hombres habían ya conectado el Xbox y se pusieron a competir entre ellos.  Y efectivamente como había predicho Cari, los chicos salieron de la piscina directamente hacia el salón de entretenimiento a tratar de jugar, porque como la abuela les ordenó que se secaran y se cambiaran de ropa antes de entrar a la casa.  Ellos prefirieron volver a la piscina y dejar a los adultos recordar viejos tiempos.

C: Esperanza, Que pasó que los chicos regresaron a la piscina, pensaba que iban directo a jugar con los otros niños. Ja, Ja, Ja.
E: Efectivamente, hija, pero venían todos empapados y cuando los detuve y les dije que se tenían que secar y cambiarse prefirieron regresar a la piscina.
Sol: Abuela le falta mucho al asadito, Juli ya tiene hambre, recuerda que ya come por dos.
EE: No, le falta algo, pero si quiere le puedo traer algunas galletas para que pueda aguantar hasta que llegue la hora de cenar.
Juli: Gracias Abue.
EE: Ahora te las traigo.  (Mirando a Quique que viene caminando hacia la terraza).  Hijo que pasa que dejaste de jugar.
Q: Mamá yo me quedé en el Atari (primer juego de consola de los años 70 y 80).  Yo no entiendo ni cómo se juegan los juegos moderno.  Además Sebas, Dieguito y Segundo juegan duro llevan su propia competencia al máximo.
Moni: Bueno vamos sacando a los chicos de la piscina que ya deben estar arrugaditos y hora de comer.

Una vez cenaron, Manuel les había pedido permiso a Sebastián y Carina para quedarse en casa de Sol y Segundo, con su primo-hermano, Andrés.  Ambos jóvenes se habían hecho inseparables, debido a que ambos tenían las mismas inquietudes y gustos de cualquier adolescente de su edad.  Sol y Segundo llevarían a todos los primos al cine al otro día.  Por supuesto a Sebastián le encantó la idea, ya que se quedaría a solas con Carina, lo que prometía ser una noche romántica y llena de pasión.

Ya se había marchado todos, cuando Sebastián le dice al oído a Cari.

S: Al fin solos mi amor, no veía la hora en que pudiéramos estar así, pegaditos, haciéndonos mimitos, me encanta.
Sebastián volvió a besarla y comenzó a acariciar la piel suave de su cuello y hombros, besándolos después.  Carina suspiró cuando él la abrazó con más fuerza.  Sus besos y sus caricias la drogaban, le encantaban.  Perdió la cordura y hundió los dedos en su espeso cabello.  Se apretó contra él, deseando estar aún más cerca.

Sus reacciones despertaron una respuesta más ansiosa en Sebastián, porque el contacto de sus manos se hizo más fuerte y posesivo.  Sebastián atrajo las caderas de ella contra las suyas para que sintiera su necesidad, una necesidad que también crecía en Carina.

El contacto de sus labios se hizo más sensual; la lengua de Sebastián probaba la boca de Carina, acelerándole el pulso.  La mente de Carina giraba fuera de control, y se aferró fuertemente a él, dejando escapar gemidos de deseo.

Sebastián levantó la cabeza para susurrar:

S: Cari, te amo, sabes desde que probé por primera vez tus labios, supe de inmediato que tu sabor era único y que serían los único labios que quería besar por siempre.
C: Y yo te amo con el alma, te confieso que cuando nos dimos ese primer beso obligado por esos periodistas, sentí una corriente a través de mi cuerpo, nunca lo había sentido con nadie y fue entonces cuando me percaté que tú eras mucho más que la única opción de un base de datos.
S: Si, que linda tus palabras, pero mejor son tus besos y caricias.  (dijo esto y continuó con el juego de seducción que solo ellos saben hacer como preámbulo al acto más puro de hacer el amor).

Ambos llegaron a su cuarto entre besos y caricias esparciendo por el suelo todas sus ropas.  Sebastian apartó la colcha y recostó suavemente a Carina sobre la cama y terminó de quitarle el pantalón junto a su ropa interior tirándolos al suelo. 

Carina experimentó un arrebato de admiración hacia el hombre que la había enamorado y que hasta cierto punto le había dado la oportunidad de amar cuando Sebastián se echó hacia atrás para mirarla, pero la mirada de adoración de Sebastián parecía hasta tal punto llena de orgullo de saber que toda ella era de él y solo de él.  Él deslizó suavemente una mano sobre su pierna y, al alcanzar el nido del pálido vello de la unión de sus muslos, la tocó con una delicadeza cercana al sobrecogimiento.  Carina se sentía completamente expuesta, y sin embargo adorada.  Al mirar a Sebastián y ver cómo éste temblaba su cuerpo de deseo, se maravilló de que el destino lo hubiera llevado hasta él.

C: Sebas… por favor... (le suplicó con voz trémula), te deseo...

Sebastián no necesitó que volviera a pedírselo.  Echándose hacia atrás, se desabrochó los jeans y se los bajó al mismo tiempo que los calzoncillos.  Unos segundos después se deslizó sobre ella, encontrando un lugar para él entre sus muslos, y, entrelazando sus dedos con los de ella, los apoyó con fuerza junto a los hombros de Carina.  Sebastián apoyándose en los codos, frotó su cuerpo ardiente contra el de Carina.  No hizo intento de penetrarla, simplemente, buscó el placer de aquel nuevo nivel de contacto.  Sin embargo, el placer hizo que ambos empezaran a jadear rápidamente.

Carina nunca había sentido tanto deseo.  Ya no pensaba en sus miedos, eran una pareja que a tan solo una semana de ser marido y mujer.  Ella sólo pensaba en el ardor que sentía dentro, sabiendo que necesitaba poseer a Sebastián de inmediato.  Con los ojos cerrados, se arqueó hacia arriba y comprimió la pelvis contra él en una súplica silenciosa que dio por terminada la  resistencia de Sebastián.  Sebastián le abrió las piernas a Carina, se colocó en posición y le apretó los dedos.

S: Mírame, Cari (musitó).  Mírame, mi amor, quiero ver tus ojos.

Los ojos de ella se abrieron y se agrandaron cuando, muy lentamente Sebastián la penetró.  Carina sintió claramente cómo se hundía más y más dentro de ella; era como si cada célula de su cuerpo respondiera a su presencia, transmitiéndole a su cerebro un mensaje embriagador tras otro.  Cuando la penetró por completo, Carina ya sabía que el placer recién comenzaba.

Sebastián cerró los ojos y dejó escapar un largo y trémulo suspiro.  El placer estaba tan claramente dibujado en sus rasgos que Carina también habría exhalado un suspiro de alivio de haber podido.  Pero él había empezado a moverse dentro de ella, y cada vez le costaba más respirar.  Lo único que podía hacer era dejarse arrastrar por la espiral de pasión que él iba creando.

El ardor fue creciendo paulatinamente.  Sebastián impuso un ritmo que maximizaba el placer de Carina, sabiendo exactamente cuándo aminorar su cadencia y cuando acelerarla.  Carina se movía a su compás, acompañando sus embestidas con un brío que enloquecía a Sebastián.

Después, cuando el fuego que ardía dentro de ella se tornó demasiado abrasador para seguir conteniéndolo, Carina se arqueó por última vez, aspiró bruscamente una bocanada de aire y se disolvió en una serie de espasmos aparentemente interminables.  Entre tanto, Sebastián se unió a ella, comprimiéndose contra la abertura de su vientre mientras su cuerpo se convulsionaba y vibrando a la vez.

Pasó largo rato antes de que pudieran hablar, durante el cual los únicos sonidos que se oyeron en el cuarto fueron sus respiraciones y el tamborileo más suave y débil de la lluvia.  Sólo cuando empezaron a respirar con normalidad se deslizó Sebastián a un lado, pero la arrastró consigo, colocándose cara a cara sobre la almohada.

S: Creo que adelantamos algo de nuestra noche de bodas.
C: Estuvo maravilloso, pero mejor es hacer el amor con el hombre que amo.  Mi amor…
S: en qué piensas?
C: aún no hemos decidido quienes van a ser nuestros padrinos.
S: Eso es fácil si tú estás de acuerdo.
C: En quienes pensaste?
S: En la abuela y en Manuel, realmente ellos fueron los responsables directos de nuestro amor.  Jamás voy a dejarle de agradecer a la abuela y sobre todo a nuestro hijo.
C: Si, sin ellos quizás nunca nos hubiéramos conocido.  Ya quiero verle las caras a ambos cuando se lo digamos. Ja, Ja, Ja (bostezando)
S: Vamos a dormir que me parece que te dejé cansadita.
C: Si, vamos a dormir.

Era navidad…
Todos se habían reunido a pasar la nochebuena en el rancho de Sebastián.  Estaban todos presentes, la familia Estevanez, los tíos de Carina y los empleados del rancho y sus familias.  Recién la familia Estevanez le había dado la bienvenida a su nueva integrante Fabiola, la pequeña era hija de Diego y Juli.  También se encontraban presente los tíos de Carina.  Por insistencia de Sebastian y Carina, ellos llevaban un mes viviendo en la cabaña del rancho.  Realmente Sebastián quería que ellos pasaran las fiestas de navidad y compartieran con ellos tres y su familia. 

Todos estaban a la expectativa de los fuegos artificiales que habían preparado Sebastián, Diego y Segundo para cuando llegue las 12.

Esa misma mañana, Carina se había enterado que iba a ser madre por segunda vez.  Solo quería esperar el momento ideal para darle la noticia a Sebastián.

S: Mi amor, que felicidad, nuestra primera navidad juntos (dándole una copa de Champagne).
C: Si, me siento feliz, pero será mejor que brinde con jugo de naranja.
S: Pero mi amor, sabes que es una tradición de nochebuena de pedir tres deseos con el brindis.

Sebastián no caía en cuenta de lo que Carina le decía entrelineas.

C: Mi amor si ya mi primer deseo me fue concedido, lo confirmé esta mañana.
S: Mi amor tú me estas queriendo decir que vamos a darle un hermanito o hermanita a Manu.
C: Si, estoy embarazada de dos meses y medio.
S: Entonces si las cuentas no me fallan, fue la el día de la adopción de Manu.  Ese día me hiciste padre por partida doble.
C: Si, ya quiero darle la noticia a todos en especial a Manu.
S: Te amo, estoy feliz de volver a ser padre nuevamente.  Ya quiero ver un pequeño o pequeña Estevanez corriendo por los alrededores.
(Entonces Sebastián besa apasionadamente a Carina en respuesta a su noticia de su embarazo).


Como ya era una tradición en la familia Estevanez Zampini, todos estaban al pendiente en los momentos trascendentales y este no era la excepción. 

Todos estaban en la sala de espera de esperando el nacimiento de la pequeña Akemi (significa regalo de Dios).  Aunque se había adelantado una semana, todos estaban felices cuando Sebastián salió en brazos con la recién nacida para presentarla oficialmente a su familia en especial a Manuel.  Que cuando se enteró que iba tener un hermanita…
***Inicio del Flashback***
Nos remontamos a la fiesta de navidad…
Sebastián había llamado a Manu para que cuando llegara las 12 estuvieran juntos como familia.
C: Mi vida, con Sebas queremos darte una noticia.
S: Esperemos que te guste la noticia.
M: Y ¡cuál es esa noticia que no me dicen ya!  Porque se nota que están a punto de explotar.
S: Calma, hijo, calma, que yo me acabo de enterar no hace más de 5 minutos.
C: Con Sebas te queremos decir que vas a tener un hermanito o hermanita.
M: Si, me encanta, espero que sea niña.  Le voy a enseña de todo.  Manu los abrazaba y besaba el vientre de Carina.  En respuesta a su alegría le gritó a todos a que se acercaran y les informó que sus papás dentro de unos meses le daría un hermanito o hermanita.

Todos felicitaron Sebas y a Carina cuando un par de cohetes dieron inicios a la exhibición de fuegos artificiales de nochebuena.
***Fin del Flashback***

Cuando Sebas le acercó a Akemi a Manu, el sacó su celular y se sacó una foto con su nueva hermanita.  También preguntó por su mamá.  Ya Sebastián les informó a todos que Carina se encontraba en perfectas condiciones y cuando la trasladarán a una habitación no podía recibir visitas.  De ese modo Sebastián entró de nuevo al área de “Recovery”, a donde su mujer, que nuevamente lo volvía a hacer el hombre más feliz del mundo.

C: Mi amor ya le presentante a Akemi a la familia.
S: Si todos están felices, y no te quiero contar como está Manu, que hasta se tomó una foto con la beba con su celular. 
C: Si, es preciosa nuestra bebé, tiene tu color piel y su pelo es igual al tuyo.
S: si pero sus facciones son igualitas a las tuyas, hasta tiene tú mismo lunar en el cuello en el lado derecho, que me enloquece tanto.
C: Veo que la examinaste todita.
S: Si la enfermera me la dio antes de envolverla en la sabanita y la ví todita.  Es tan hermosa como su mamá.  Te amo
C: Yo, te amo más.  (Dándole un beso a Sebastián).  La niña reclamó a su mamá, que muy gustosamente se la acercó para darle de comer.

Sebastián derramó unas lágrimas al ver tan tierno momento entre madre e hija.

S: Cari no sabes lo feliz que me siento, aunque no me lo creas, es un sentimiento muy parecido a momento que la juez aceptó la adopción de Manuel. 
C: Mi amor, te creo, tú con Manuel, has sido y serás su padre.  Él lo siente de ese modo.  Él sabe que con Akemi, no van a existir diferencias.  Ambos son tus hijos, aunque llegaron a tu vida de diferente camino, al final son y serán lo mismo, tus verdaderos hijos.
S: Te Amo, Carina Zampini y espero que muy pronto darle un nuevo hermanito a nuestros hijos.
C: Y yo más, y usted, Sebastián Estevanez, de eso puedes estar muy completamente seguro.



FIN…




jueves, 13 de marzo de 2014

Capítulo 33

Capítulo 33

 M: Pa …ups

Manuel se quedó tan quieto y sin palabras como la pared frente a él ante la linda situación que se encontró cuanto irrumpió como un huracán en el cuarto de Sebastián. 

Manuel cuando entra al cuarto se encuentra a su mamá dormida sobre el pecho de Sebastián.  La mano derecha de Sebastián estaba sobre la espalda desnuda de Cari.  Sebastián y Carina se quedaron abrazados por unos minutos debajo de la sabana, hasta que Cari reaccionó y se levantó de golpe cubriéndose hasta el cuello. 

S: Buenos días, Manu, usted cree que esas son formas de entrar a una habitación sin antes tocar y esperar a que le den permiso.
M: Buenos días, mami, pa…sebas, perdón por haber entrado de esa manera, interrumpo algo. 

Sebastian y Carina se miran girando sus ojos como diciéndose que gracias a Dios que los cogió dormidos porque si no solo sabe el de arriba como los habría sorprendidos. 

Carina, aunque avergonzada y sorprendida de que Manuel la haya encontrado dormida en la cama con Sebastián, y para colmo desnudos, se había percatado que Manuel tuvo la intención de llamar papá a Sebastián pero se había cohibido de hacerlo.

C: Manuel (se voltea hacia Sebastián y le pregunta), ya es oficial (lo de la adopción).
S: Ya es un hecho.
C: Manuel Estevanez Zampini que sea la última vez que usted entra de esa manera a… (Sebastián la interrumpe y añade)
S: nuestro cuarto (mirando resignado a Carina), porque vamos a negarlo, si, si ya somos una pareja que se ama y está a menos de tres semanas para casarse.
M: Mamá, ¿cómo fue que me llamaste?  (le preguntó Manuel a su mamá para estar muy seguro como ella lo había llamado y por supuesto estar seguros de que ella había aceptado que Sebastián lo adoptara).
C: Pero Manuel de que te sorprende, no es eso lo que querías.
M: Mamá, eso quiere decir que al fin puedo llamar papá a Sebas.
C: Si es lo que quieres, aunque no creas que no me di de cuenta que cuando entraste al cuarto lo ibas a llamar papá.
S: Manu si es lo que sientes, a mí me encantaría.  Como te dije anteriormente padre no es el que engendra sino el que cría, ama y está presente cada día en la vida de sus hijos.  Y eso es lo que tu eres para mí, un verdadero hijo.

Manuel se tira dentro de la cama y los abraza a los dos. 

C: Bueno, bueno después vamos a conversar Sebas, usted y yo seriamente, ahora si nos permites… (le dice a Manuel dirigiendo su mirada hacia la puerta).

Manuel se va del cuarto dejando solos a Carina y a Sebastián.

C: Sebastián que vergüenza, Manuel nos sorprendió. 
S: Mi amor, fue una situación algo, algo no, totalmente embarazosa.  
C: Si, pero estoy segura que tan sorprendidos quedamos nosotros como él.  Viste su carita cuando lo llamé con nuestros apellidos.
S: Sus ojos tenían un brillo especial, que reflejaban un sentimiento de sorpresa ante tu aceptación y de completa felicidad.  Cuando Manuel nos abrazó, sentí que entre mis brazos tenia a mi familia.

Sebastián abrazó fuertemente a Carina y comenzó a seducirla y evitando que ella se levantara.

C: Mi amor, no sigamos porque sabes muy bien a donde nos conduce este jueguito de seducción.
S: Cari, mi vida, me vas a decir a mí que no te gusta, porque anoche no me decías lo mismo.  Si mi mente no me fallas me dijiste (imitándola) “Adoro cuando me haces tuya, me fascina cuando me miras al hacerme el amor”.
C: No te lo niego, me encanta pero… (Sebastián la interrumpe al sellar sus labios con los de él.
S: Pero nada, todos incluyendo a Manu, deben comprender que vamos a compartir muchos momentos de intimidad.
C: Pero Manu es chico, y necesita de nuestra atención.
S: Si pero por unos minutos no va pasar nada.

Ambos se levantan y Carina se envuelve en la sabana y Sebastián se pone sus bóxers y camina hacia ella.

S: No te vas a bañar acá conmigo.
C: No, porque nunca vamos a salir de acá.
S: Por lo menos en las próximas horas no… Ja, Ja, Ja.
C: Vamos, Sebastián asómate al pasillo y verifica que no haya muros en la costa.
S: Ves, mi amor (le dice acercándose a ella dándole besitos cortos por la cara) si ya te hubieras mudado acá no tendríamos que estar haciendo esto.  Hoy, o si o si, definitivamente te mudas completamente para mi cuarto.
C: Si, total ya Manuel, nos sorprendió.
S: Si, que rico, ya no tenemos que guardar las apariencias, no tenemos que levantarnos primero de nadie, no tenemos que esperar a que todos se duerman, que alivio mi amor.
C: Buenos nos vemos en un rato en la terraza para desayunar y aprovechamos de una vez para hablar con Manuel.

Días después… (Día de la adopción frente a la Juez)
S: Mi amor estás nerviosa.
C: Un poco.  Pero no por ti o por Manu.  Es que no estoy acostumbrada a realizar trámites legales de gran envergadura.  Y si a eso le sumas que tengo que contestar preguntas personales, me dan nervios.
S: Tranquila que mi abogado se va a encargar de todo, quizás ni tengas que hablar.
C: Ojalá. 

En eso Carina ve a Manuel que está hablando con buen ánimo con Andrés

Andrés que quiso acompañar a su primo a la audiencia de adopción para brindarle apoyo moral porque al igual que él había sido adoptado por Sol (recuerden que Andrés es el hijo mayor de Segundo, esposo de Sol).

A: Manu, así que finalmente hoy es el día.
M: Hoy por fin voy a llevar el apellido de mi papá.
A: Si, ahora vamos a ser primos-hermanos.
M: Sabes Andrés desde que conozco a Sebas, nunca he recibido de parte de él ninguna palabra que me haga sentir una persona de otro mundo y mucho menos de rechazo.  Al contrario me ha dicho que se siente orgulloso de mi, y eso que con mi experimento amoroso realicé miles de travesuras.
A: Si, cuando me enteré de varias de ellas, traté de mejorar algunas para que Brenda se fije en mí.
M: ¿Quién es Brenda?
A: Una chica del colegio que me tiene loco.
M: Después me cuentas bien en que te puedo ayudar.
A: Si vamos cupido, que tu mamá te está haciendo señas que va a comenzar tu audiencia.

Todos entran en la sala de la Jueza Maritza Carrión.

JMC: Estamos reunidos para el trámite de adopción de Manuel Arce Zampini.  En los documentos que sometió el Licenciado Michael López indica que el padre biológico Pablo Arce no tiene contacto alguno con el menor Manuel Arce Zampini desde hace 8 años.  También el documento expresa el deseo de joven Manuel de que sea adoptado legalmente por el señor Sebastián Estevanez.  ¿Licenciado confirma lo que acabo de leer?
AML: Si su señoría.
JMC: Manuel, tú tienes ya la edad mínima, según la ley, para expresar tu deseo de adopción. 
M: Si, su señoría.
JMC: Me puedes decir Maritza o señora Carrión.  Más bién quiero que te sientas cómodo durante dicho proceso, está bien.
M: Si, Maritza, Gracias
JMC: Hijo, leo en el expediente que realmente tú fuiste responsable directo de encontrar un marido para tu mamá mediante un experimento que el mismo fue publicado en un artículo en una revista.  ¿Cuéntame Manuel, cual fue el propósito de dicho experimento?
M: Maritza, todo comenzó cuando mi maestra de ciencia nos pide un proyecto para la feria científica del colegio.  Realmente mi madre se ha sacrificado mucho por y para mí, siempre dejando a un lado sus gustos y necesidades.  Y aunque mi experimento se trataba de buscarle un marido a mi mamá, también yo necesitaba la presencia de un padre que estuviera al lado mío cuando yo tuviera éxito o fracaso, que se encuentre presente cuando quiera compartir una alegría pero también que me brinde un consejo cuando lo necesitara, que me prestara un hombro para llorar, que me regañe y me ponga límites cuando lo merezca, que se sienta orgulloso de mi, que me proteja cuando me enfrente a peligros en fin, un amigo del cual aprender.  Y eso lo he encontrado en Sebastián.  Yo a él lo veo como el padre que nunca tuve. 

Sebastián y Carina estaban a lágrima viva orgullosos del pequeño hombre que se estaba convirtiendo Manu.  Al oírlo expresar de esa manera, Carina se dio cuenta que cualquier sacrificio que hizo en el pasado tuvo su fruto y que Sebastián era sin dudas el padre que siempre buscó su hijo Manuel.  

La jueza estaba sorprendida ante la madurez presentada por Manuel.  Por lo que comprendió que definitivamente que Manu sabía lo que un padre significa en la vida de un niño y que Sebastián Estevanez es ese hombre que supo ganarse el amor y la confianza de él.

JMC: Manuel, muy linda, tus palabras, (y dirigiéndose a Carina), además quiero felicitar a tu madre porque por tus palabras me puedo dar cuenta que eres un niño muy inteligente y que sin duda ella ha realizado una excelente labor en tu crianza. (Ahora dirigiéndose a Sebastian)  Sr. Estevanez, leo en el expediente que usted está comprometido con la madre de Manuel (Sebastián aprueba con la cabeza).  ¿Usted cómo se siente que Manuel lo haya escogido como padre adoptivo?
S: Su señoría, yo a Manuel lo conocí cuando fue a la Agencia Matrimonial La Rosa Amarilla, que dirige mi abuela, solicitando un servicio para búsqueda de un marido para su mamá como parte de su investigación para su proyecto de ciencia de la Feria Científica.  En ese momento desconocíamos lo que el futuro nos deparaba.  Desde el primer momento, más bien desde el primer beso (se ríe y apretando la mano de Carina y mirándola a los ojos) yo supe que Carina es y será la mujer de mi vida.  La relación con Manuel fue creciendo a medida que el jovencito realizaba los experimentos amorosos para que su mamá se convenciera que soy y seré el hombre que la amará por siempre.  Por causa de uno de sus experimentos, Carina y Manuel tuvieron que quedarse en mi casa.  Poco a poco aprendí a tener mayores responsabilidades, aprendí a crecer como hombre, como el mejor compañero, como padre que se sienten orgullosos por la mujer y el hijo que tiene a su lado.  Realmente sin Carina y Manuel me sentiría como un hombre incompleto, porque ya ellos son y serán parte de mi vida.
JMC: Bien habiendo oído ambas partes y con las atenuantes del caso apruebo que el joven Manuel sea adoptado por Sr. Sebastián Estevanez y que oficial y legalmente sea llamado Manuel Sebastián Estevanez Zampini, según fuera solicitado por el mismo joven.

Cuando la Jueza da su veredicto, Manuel se le tira en los brazos a Sebastián en un fuerte abrazo.  Carina se les une al abrazo recibiendo un beso de Sebastián y Manuel en cada una de sus mejillas.

Después tanto la jueza, el abogado y Andrés felicitan tanto a Manuel como a Sebastián.


Continuará….